miércoles, 22 de octubre de 2008

Creando riqueza

No me gusta mucho escribir sobre historietas o anécdotas personales, pero después de leer un post de Marc Vidal (http://www.marcvidal.cat/espanol/2008/10/ricos-a-credito.html) no he podido dejar de acordarme de algo que, completamente sorprendido, me contó una vez mi padre. Hace aproximadamente 18 o 19 años, se estaba construyendo la autovía de Madrid a Toledo (en la actualidad A-42) y mi padre se encontraba a pie de obra en Yuncos (Toledo), con una pasarela peatonal que había proyectado y se estaba construyendo. Allí conoció a un hombre vecino de alguno de los pueblos cercanos a la obra, que alquilaba sus dos camiones a la constructora de la autovía para echar alquitrán y grava. Tenía tres hijos, sin estudios, a los que tampoco nunca había animado a estudiar porque entendía que no “merecía la pena”. Él había conseguido hacer dinero con los camiones, y además había vendido “las olivas”, que tenía la familia de su mujer, a una promotora para construir una urbanización, y otras tierras que había heredado. Ante la pregunta de qué iba a hacer con todo ese dinero, respondió que había comprado a sus dos hijos mayores un Mercedes para cada uno, y al pequeño un BMW porque su comportamiento no era como el de los otros dos...

Con independencia de la libertad que tiene cada uno para gastarse su dinero como mejor le parezca, y educar a sus hijos como quiera, lo cierto es que a mi juicio, hay un elemento digno de análisis desde un punto de vista económico. Muchos de estos pueblos han vivido, durante años, de la agricultura (en concreto del aceite) y también de industrias asociadas a la construcción como cemento, ladrillo y azulejos, que se concentran en núcleos a lo largo de la propia autovía. En este punto, no se trataría tanto de criticar la decisión de vender las tierras (que seguramente era la acertada) como de cuestionar la reinversión de los recursos obtenidos con dicha venta: parece evidente considerar que el cultivo de olivas y la venta ulterior de la aceituna a la almazara, o a una cooperativa para la extracción del aceite, es una forma de crear riqueza (la cuantía de la misma ya dependería del mercado y de la pericia de cada cuál para explotar el negocio), circunstancia que no ocurre con la adquisición de una flota de coches de lujo para sus hijos. Y crear riqueza implica generar o mantener empleos, tanto directos como indirectos, pagar impuestos ...etc.. Y la cuestión se agrava cuando la mayoría de los propietarios deciden vender sus tierras y comprar coches o casas para sus hijos. Entonces, la población en cuestión se queda sin motores generadores de riqueza propios, y a la merced de que alguien de fuera llegue para poner un negocio que pueda dar trabajo a los hijos de estos propietarios que, además, en muchos de estos casos carecen de formación.

Cabría preguntarse por qué se dan circunstancias como estas. Y la verdad es que no hay más explicación que (a parte de considerar los cambios en los hábitos de consumo) el rechazo a asumir cualquier tipo de responsabilidad: afirmaciones como “tener un negocio propio es muy sacrificado” son frecuentes entre quienes carecen de la más mínima voluntad emprendedora, y consideran que han de ser otros quienes les proporcionen un puesto de trabajo. Porque es más cómodo. Eso si, al que acudirán en Mercedes o BMW, aunque no puedan mantenerlos con el dinero que ganan.....

viernes, 3 de octubre de 2008

Tiempo de incertidumbres

En muchos ámbitos se duda si nos encontramos ante un cambio sistémico o se trata de una situación meramente coyuntural de los mercados (aunque sus efectos se prolonguen en el tiempo). Muchos congresistas y senadores, republicanos y demócratas, dudan de la necesidad y adecuación del “Plan de rescate” propuesto por el Tesoro y la Reserva Federal. Y a estas dudas se unen estudiosos y opinión pública en general que, además, se muestra sorprendida ante la voluntad de intervención de quien antes se postulaba como “no intervencionista”. A este respecto, como bien señalaba la semana pasada en un artículo Carlos Rodríguez Braun, no es precisamente la primera vez que el Tesoro y la Reserva Federal intervienen, directa o indirectamente, en los mercados.
Sin embargo, a nadie se le escapa la gravedad de la situación, que pone en grave riesgo el sistema financiero mundial, y por ende los depósitos, inversiones y pensiones de millones de ciudadanos en todo el mundo. Pese a considerar la intervención como un “mal necesario” lo cierto es que hay también que valorar las posibles y previsibles consecuencias que pudiera tener en el largo plazo.

La limpieza de los llamados activos tóxicos y el consiguiente rescate de entidades financieras conlleva un importante coste (se habla de 800 mil millones de dólares) y no hay certeza de que ayude a reconducir la difícil situación en la que se encuentran las finanzas. Y que además se trasladará de forma inmediata a la economía real, generando una situación de déficit presupuestario, con un elevado coste fiscal a imputar al contribuyente, recortando el gasto público y limitando el crecimiento de la economía de los EEUU. Y con un dólar bajito.
Y la confianza de los mercados......Podrá recuperarse con la adopción de estas medidas? En este caso, además no se trataría únicamente de la confianza de los inversores, sino también en el mercado interbancario. Si una vez aprobado y puesto en marcha el plan, siguen existiendo restricciones del crédito, tendremos que pensar que en su insuficiencia o bien, que hay más “toxicidad” de la inicialmente prevista. Y entonces, qué ocurrirá? Tendrán que inyectar más dinero? Dejarán caer a los bancos que queden?

Pero esta situación no solamente se circunscribe a los EEUU: esta semana, además de los problemas que se han sucedido en la mayoría de bolsas en todo el mundo, en Europa varios bancos han tenido que ser “rescatados”: Fortis, Dexia....Con sospechas de que hay otros esperando, haciendo “cola”....En este marco debería situarse la iniciativa francesa, en el seno de la Unión Europea, para discutir sobre el posible y previsible “ plan de rescate europeo” . Con la dificultad añadida de que la autoridad monetaria, el BCE en este caso, no tiene atribuida esta competencia, que corresponde a cada uno de los estados miembros: con sus distintas legislaciones y con el problema de los bancos europeos “transnacionales” planeando por ahí..Todo indica que las garantías de los depósitos son insuficientes, seguramente por su cuantía.
El gobierno español deberá esperar los resultados de la reunión, porque no ha sido invitado.

Con todo ello, sería imprescindible, dentro de la óptica del gobierno Bush, no solamente garantizar el pervivencia de los mercados a corto plazo, sino también exigir responsabilidades a quienes han actuado incorrectamente. Si ésto no sucede, el sistema perderá toda la credibilidad, porque el mensaje que se trasladará a los mercados es que todo vale, y que si algo sucediera, el gobierno estaría “al quite”...Y entonces, de nada valdría inyectar liquidez o nacionalizar bancos.