miércoles, 18 de marzo de 2009

EL BCE Y LOS TIPOS DE INTERÉS

Durante estos últimos meses, el BCE ha puesto en marcha una política monetaria expansiva, con la finalidad de paliar los efectos de la crisis, tratando de aliviar los problemas de liquidez de los mercados financieros por una parte, y por otra, haciendo frente a la más que posible recesión y deflación de la economía. Así, se ha procedido a inyectar de forma ilimitada liquidez en el sistema financiero, ampliando los plazos de los préstamos y los colaterales aceptados. Y por otra parte, se ha procedido a recortar los tipos de forma significativa, hasta el actual 2% (el punto de partida era el 4,25% correspondiente al pasado mes de julio de 2008).

Esta actuación, que a priori es similar a la de otros bancos centrales como la FED o el Banco de Inglaterra, no lo es tanto en lo que se refiere al movimiento de los tipos. En este sentido, la FED ha situado los tipos ya en el 0 %, y el Banco de Inglaterra en el 1%, partiendo en ambos casos de tipos situados por encima del 5 %. Si tomamos otros datos como punto de partida para el análisis, nos podemos encontrar con que la inflación ha bajado de forma sustancial desde el verano pasado, situándose en el 1,1 % en la Zona Euro, el 0 % en EEUU y el 3% en Reino Unido..Por otra parte, en los tres casos se ha contraído el PIB: 1,9% en la Zona Euro, 1,1% en EEUU y el 2,2% en el Reino Unido. Todo ello supone que la situación económica no justificaría a priori ningún tratamiento diferencial entre estas tres economías.
Sin embargo, para algunos expertos si hay razones que justifican el comportamiento mucho más cauteloso del BCE: cuestiones como la mayor rigidez relativa de la economía europea a diferencia de los EEUU, y existencia de una diversidad de intereses en la propia Zona Euro, aconsejaría una actuación más gradual respecto de los movimientos de los tipos. Otra posible razón podría ser el hecho de que los riesgos a medio y largo plazo son menores para la economía europea, al no padecer los desequilibrios en la balanza por cuenta corriente que padece los EEUU. Otros posibles argumentos, como la excesiva preocupación por la inflación, quedarían totalmente superados teniendo en cuenta que, en estos momentos, el mayor riesgo de la economía es precisamente la deflación.
Pero, qué ocurriría si el BCE rebajase los tipos hasta el 0%? Lo más seguro es que causaría más problemas a los mercados financieros que posibles beneficios, perjudicando claramente a la actividad crediticia (los más perjudicados serían sin duda, los fondos de inversión) .Por tanto, causaría el efecto contrario del que persigue. Por ello, muchas de las previsiones establecen un horizonte de tipos en el 1% o 0,5% máximo, en los próximos meses, si empeora la crisis económica y el riesgo de deflación se hace más patente.

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